Crítica escrita para www.thecinefagos.com
Ocasionalmente recibimos por estas tierras productos asiáticos que, a pesar de contar con una limitada distribución, sí que llegan con buenas referencias internacionales. Ultimamente esto se ha repetido con cierta asiduidad con el cine coreano, un cine cuya principal seña de identidad son thrillers de profunda historia y violencia bastante explícita. Eso luego se plasma en pantalla con mejores o peores resultados, pero las intenciones están ahí como denominador común. El hombre sin pasado es un claro ejemplo de ello, además de ser de los que sí han conseguido ser llevados a pantalla de manera bastante efectiva. Aun con la seguridad de no estar aportando ningún elemento nuevo dentro del género, esta película empequeñece en apenas unos minutos al noventa por ciento de thrillers americanos que hayamos visto durante los últimos años. Quizás hacer del género algo tan puro, tan visceral y a la vez tan retorcido no sea sencillo, pero es lo que debería ser en un tipo de cine que sin lugar a dudas vive de transmitir sensaciones. ¿Cuantas veces este tipo de películas nos han dejado totalmente tibios a la salida de la sala cuando debería ser lo contrario? Demasiadas, y eso es precisamente lo que pretende evitar el cine coreano con títulos como El hombre sin pasado. No solo son los líderes actuales del género, sino que prometen serlo durante un largo periodo visto lo asimilados que tienen los conceptos y la efectiva manera con la que los proyectan.